Cuando las familias cambian de ciudad en la que viven
y se mudan a otra dentro del mismo país, se habla de
una “migración interna”. Muchas personas migran de
pequeños pueblos a grandes ciudades, por ejemplo.
Cuando las personas se trasladan a vivir en un país
distinto del que nacieron, se trata de una “migración
externa”.
También es importante conocer que, a veces, las
personas deciden y eligen cambiar el lugar en el que
viven; muchas otras, en cambio, no pueden decidir, se ven
obligadas a migrar porque es la única forma de salvar sus
vidas o de poder vivir dignamente.